Abril 9, 2015 | Comentario

El tema de la inseguridad alimentaria tiene muchas dimensiones y discursos. Un discurso común es ver la inseguridad alimentaria a través de un lente económico y vinculamos la inseguridad alimentaria a las disparidades económicas. Este discurso ve precios, costos, subsidios y otros incentivos y propone soluciones dirigidas a mitigar y rectificar tales disparidades económicas. Otro discruso común es el que se enfoca en los derechos y equilibrios de poder. Los que enmarcan la inseguridad alimentaria en estos términos abogan por una resulución de temas antiguos, para darle voz a los que no tienen ni voz ni voto, para facilitar la integración de los grupos vulnerables en la toma de decisiones de mercado y elaboración de políticas. Un tercer discurso común enfatiza el conocimiento, y busca soluciones que se enfocan en compartir conocimiento y la adopción de prácticas mejoradas.

Todos estos discursos son útiles. Pero, creo, que son incompletos. En mi opinión muy personal, en la raíz, la inseguridad alimentaria es un síntoma de una desconexión espiritual que, como sociedad, tenemos a tres niveles. Primero, una desconexión unos de otros, en donde fallamos en ver a los otros como compañeros en un viaje en conjunto por la vida, como dicen algunas tradiciones, como hermanos y hermanas. ¿Haríamos las cosas diferente si nos mirásemos como hermanos y hermanas? Segundo, una desconexión del mundo natural, en donde fallamos en ver la degradación que estamos causando a nivel local y global, como resultado de las actividades humanas. ¿Haríamos algo en forma diferente si nos sintiésemos íntimamente unidos a la naturaleza ? y finalmente, una desconexión de nosotros mismos, en donde fallamos en ver que algunas de las estructuras que creamos, y algunas de las conductas que perseguimos, no nos acercan a la felicidad, tranquilidad, y libertad interior. ¿Qué hábitos de consumo, o de relacionarse con otros, o de compartir abrazaríamos si practicásemos escuchar a nuestra conciencia más profunda de manera más constante? En mi opinión, cultivar la conectividad con otros, la naturaleza, y nosotros mismos, es otra práctica que nos acercará a un mundo más huano y con mayor seguridad alimentaria..

(Marco Boscolo, Jefe de Silvicultura, FAO, también es Coach certificado)


Archivado en: Centro de Paz - Abril

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