Humberto Maturana es ante todo un hombre reflexivo, un pensador original, y un amigo compasivo. Él es un profesor de biología en la Universidad de Chile en Santiago y fundador y director del Laboratorio Experimental de Epistemología y Biología de la Cognición. Maturana ha alcanzado renombre internacional como neurobiólogo y es un destacado exponente del pensamiento sistémico moderno. Es autor de varios libros, incluyendo el best-seller internacional El árbol del Conocimiento, escrito con Francisco Varela.
Uno de los temas sobre los que ha escrito y hablado ampliamente es "La Biología del Amor." Él cree que en el tema de la grandeza, como en el tema de la vida misma, la comprensión regresa de nuevo al tema del amor.
"El amor se produce cuando uno se comporta de tal manera que los que te rodean surgen como 'legítimos otros' en convivencia con usted. En nuestra vida cotidiana decimos que nos sentimos amados, cuando estamos en una relación, en la que no hay expectativas o exigencias sobre nosotros, de manera que no tenemos que justificar nuestra presencia. El amor no espera retribución. El otro puede aparecer como él o ella es, sin pretender ser lo que él o ella no es. El amor es una disposición relacional biológica, y no necesita justificación filosófica o religiosa para estar ahí.
"El amor es característica fundamental de nuestra biología. Una persona de quien uno podría estar dispuesto a decir está "más allá de la grandeza" es alguien que está abierto a dejar que otros sean - alguien que es capaz de escuchar y ver y dejar que el otro sea, de tal manera, que sus acciones no constituyen una exigencia para que él niegue su historia o el flujo natural de la vida.
"Hay una monja que tiene este lugar donde se recoge niños. Ella es apoyada por la iglesia, porque ella es una monja de esta iglesia. Ella ofrece a los niños la posibilidad de ser ellos mismos y no exige nada de ellos, pero proporciona una cultura en la que su propia historia puede ser preservada y donde puedan crecer y convertirse en adultos con autorrespeto. Ella no hace esto como una manera de hacer crecer el orfanato o con el propósito de adoctrinamiento. No recuerdo el nombre de la monja, pero recuerdo que cuando se le preguntó si ella trató de convertir a los niños al catolicismo romano, ella respondió, ‘No, ellos tienen sus propias historias y creencias. Yo sólo les doy amor. '
"Para ver, Debe dejar que el otro sea y no poner sus expectativas o propósito en ellos. Porque si pone expectativas sobre ellos y sus expectativas no son satisfechas, usted es decepcionado. Entonces usted no verá al otro. Todo lo que verá serán sus expectativas no satisfechas. Cuando veo con la actitud de "dejar que sea,'Sin mis expectativas o deseos, entonces, ver y amar son la misma cosa. Usted realmente no ve si no ama. Amar es dejar que sea ".
(Extraído de "Algo Más allá de la grandeza - Conversaciones con un Hombre de Ciencia & una Mujer de Dios" por Judy Rodgers y Gayatri Naraine, Health Communications, Inc - www.hcibooks.com)